
En la comunidad de Llachón, en el distrito puneño de Capachina, los viajeros recorren la ruta de la quinua, que invitan por el generoso lustre de la naturaleza. Es uno de los pocos circuitos turísticos en Perú que incluye una experiencia similar.
Originario de los alrededores del lago Titicaca, este cereal crece sobre todo en la ciudad de Puno. Es tal la vistosidad de sus cultivos, que en Bolivia hasta exportan la flor de quinua a Europa.
Si bien es cierto este cereal carece de la popularidad de la papa, empieza a ser incorporada a algunas experiencias de lo que se ha dado en llamar turismo vivencial en Perú, no por ello puede dejarse de lado el evidente atractivo que tiene para todo viajero que se precie de tal: el gastronómico.
Su uso alimenticio viene de antaño. Fue primordial en el Perú prehispánico por su inmenso valor nutritivo, pero hoy se le aprecia además por el placer de comerla.
Las posibilidades culinarias son múltiples. En el Perú hay más de 30 variedades de quinua y las diferencias de ellas son notables en cuanto a gustos y usos.
Una sopa de quinua puede devolver la vida, y al goce del sabor, a los viajeros tras un día de distendido trajín, acaso a través de campos de quinua precisamente, en el Colca Lodge del valle del Colca.
No te olvides, si viajas a Perú, recorre la Ruta de la Quinua. ¡Te encantara!